ISBN: 978-85-63552-26-6
Título | Marzo de 1968, Mar del Plata. El cine entre la vigilancia y la censura |
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Autor | Paulina Alejandra Bettendorff |
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Coautor | Agustina Pérez Rial |
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Resumo Expandido | En los distintos acontecimientos políticos, sociales, culturales y artísticos que marcaron el año 1968 el cine tiene un papel plurívoco: testigo que registra sucesos, ámbito de reflexión teórica y también espacio en el que se debate su rol político (así lo testimonian realizadores franceses, como Jean-Luc Godard, al anunciar la interrupción del Festival de Cannes). Pero así como hay imágenes pregnantes de los sucesos de ese año, otras tramas de la relación cine-política siguieron caminos ocultos, que solo han empezado a conocerse recientemente. El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, único con la categoría A en Latinoamérica en los años 60 (que se alternó al final de esa década con el Festival de Río de Janeiro) fue controlado por la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) de manera sostenida, ante la sospecha de que en este encuentro se estaba llevando adelante una “infiltración marxista en la cultura”. Marcada fuertemente por el contexto de la Guerra Fría, la declaración socialista de la Revolución Cubana y “la ola anticomunista que la acompañó desde los centros de poder” (Funes, 2007: 139), la “comunidad informativa” de Argentina tuvo a la actividad cinematográfica como uno de los ámbitos culturales a vigilar desde inicios de los años sesenta hasta el final de la última dictadura cívico-militar en 1983. El archivo de la DIPPBA fue desclasificado en el año 2003; pero solo recientemente se han empezado a estudiar los legajos que atestiguan el control a espacios de difusión de cine alternativos al circuito comercial (primordialmente cineclubes), festivales y algunas filmaciones en las calles (Bettendorff, 2018; Bettendorff y Pérez Rial, 2017; Ramírez Llorens, 2016). La investigación ha devuelto una imagen distinta de ese ámbito que se publicitaba en noticiosos y medios de la época como una fiesta de estrellas de cine. En las salas, los hoteles, los encuentros entre cineastas y público se llevaba adelante una vigilancia ideológica que permite rever cómo se establecían relaciones entre este medio audiovisual y la política. El año 1968, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía y la presidencia del Festival en manos de un militar, el Coronel (R) Adolfo Ridruejo, se destaca particularmente en el legajo que se encuentra en el archivo de la DIPPBA. De hecho, se trata de dos legajos: la vigilancia al Festival mismo y a una sociedad cultural local que organizó una fiesta con los invitados de los países de Europa del Este, objeto principal de la vigilancia de este servicio de inteligencia. Además, esa vigilancia se sostuvo paralelamente al funcionamiento de una comisión de censura (constituida por primera vez en este evento cinematográfico) que revisó las películas seleccionadas e impuso cortes a los films. A partir de una reflexión general sobre los archivos y sus usos (Derrida, 1997), buscamos revisar entonces, por un lado, esta historia poco conocida del control cinematográfico en los años sesenta en América Latina y, por otro, reflexionar a propósito de la doxa sobre el cine, es decir, la circulación de tópicos que forman parte del “vasto rumor” del discurso social (Angenot, 2010) que se establece en torno a las relaciones entre este arte y la política en los inicios del año 1968. |
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Bibliografia | Angenot, M. (2010). El discurso social. Buenos Aires: Siglo XXI. |