ISBN: 978-65-86495-06-5
Título | La imagen orgiástica: tachadura y simulacros |
|
Autor | Christian Irving Martínez Romero |
|
Resumo Expandido | La esfera social ha devenido en proliferación de signos. Resultado de la confrontación simbólica entre ideologías, transmutación de valores, inversión de puestas narrativas, exaltación de la exageración y la fractalización de las imágenes. Una exposición del desenlace hiperrealista originado en medio de las relaciones inconexas, en donde cualquier cosa es símil de otra sin importar sus connotaciones. Aquellas relaciones en pos del sinsentido desbordado, son lo que el filósofo y sociólogo francés; Jean Baudrillard, refirió como la orgía.
El cine ha sostenido un discurso polifacético en su forma y en su método, pero éste discurso ha mutado desde la orgía para ir adquiriendo la suerte de simulacro. En otras palabras, evidencia el sentido obsceno de la imagen. Genera imágenes orgiásticas, no por su exceso de obscenidad en sí, sino que por su transparencia dejan al descubierto el deterioro de la otredad y del drama. Esta exposición sugiere el análisis paralelo entre el cine Hollywoodense y el Latinoamericano, como participes de la orgía desde planos distantes, pero que terminan por convivir en forma de simulacro. Primeramente, sobre el cine de Hollywood, la figura del otro comienza a agonizar hasta desaparecer y su representabilidad es sustituida por la negación, por la tachadura simbólica de su posibilidad de ser en el mundo. La imagen orgiástica es la de la agonía de la otredad, la que a manera de collage no muestra, oblitera. Anula al otro y pone en marcha una narrativa de la simulación, el simulacro de la otredad. Por su parte, el cine latinoamericano, participa de la orgía desde otra arista. No lo hace desde la proliferación de las imágenes, pero sí desde el simulacro. En el campo social ha aparecido un síntoma que hace pulular el narcisismo-depresivo de los sujetos, desembocando en un profundo cansancio[1], pero se trata de un cansancio vital que lo sumerge cíclicamente en el formato globalizado que el filósofo surcoreano, Byung-Chul Han denomina como “el infierno de lo igual”. Esa lógica permea sobre la esfera social en la que el sujeto deambula y trastabilla en la anulación de la fantasía. Con la muerte de la fantasía, muere el drama fundamentado en el ritual y se termina por concebir el simulacro del relato. Por eso, aunque no desconozca a su semejante o no pretenda hacerlo, termina por desconocer su discurso y su narrativa. [1] Para el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, las sociedades actuales son atravesadas por una dinámica cíclica que se fundamenta en el mérito personal, al grado que se llega a desconocer al otro. La otredad desaparece y funcionamos con base en nuestros propios intereses sin tomar en cuenta la relación con el exterior, dicha dinámica termina por someter al individuo en una simulación de beneficios y logros que nunca están satisfechos, generando un cansancio mental y físico del que nos es imposible salir, porque terminamos considerándolo como necesario. De esa dinámica surge el simulacro. |
|
Bibliografia | Baudrillard, J. (1990). La transparencia del mal. Barcelona: Anagrama. |